cierro mis ojos me recuerda viaje de regreso de Guadalajara, en mayo, cuando me fui porque iban a operar a mamá. todo el camino de regreso fue una de esas tantas veces ya en que estuve decidida y firme, pero al llegar a Colima, me encontré todo cambiado, para bien y para mal. Cuando Carlos me llevó a la central para que no me fuera sola, antes de que llegara a la casa por mí, anoté en un papelito, junto al hospital al que le pediría al taxista me llevara, teamo más un corazón. recordaba, de repente y la perfección, todas las cosas que me habían enamorado de él. sombra de lo que fui, escribí en algún lado.
hace dos días hablé un poco con Peñita, y concordamos en todo el cambio que estamos tomando en éste momento de nuestras vidas. me gusta pero no, por cosas de la U. al menos clase con Azpeitia me hace recordar que, al final, arte puede ser arquitectura, y entonces no me pongo a titubear cuando en clase de maquetas, Ome me dice que deberíamos estar en artes plásticas, o algo así.
Ome me cae muy bien, y ayer fui a cine y me gustó. temo estarme haciendo menos exigente con las películas. al menos eso se las dejará fácil a los que me dicen que vayamos al cine, topándose con un escupitajo a lo que sea haya en la cartelera, jaja.
bueno, recordé porque me gusta taaaaaaaaanto Vin Diesel. ese hombre es deliciooooooooooooso. delicioso. estoy segura de que a alguna amiga de algún amigo le gustaba también. ay, se me acuó la saliva :3 así que está bien, hablemos de el maravilloso hombre. me encaaaaaaaaaaaaaaaanta su cabeza rapada, y la sonrisa tan honesta que tiene, como de niño pequeño (aquí va una nota para mí); me gusta como se entrecierran sus ojos, y las líneas de expresión que alrededor de ellos ponen casa; y su voz ronca, rasposa, me fascina poco más que sus grandes brazos. en general, adoooooro que se vea tan dulce siendo el hombresote que es, y quiero ser yo quien lo encuentre en interiores al salir de la ducha, quien juegue con las manos sobre su apetecible pecho, quien le lama el cuello y le dé mordisquitos en las orejas. ay papaito, después de todo, el hombre que quiero no debería ser flaquito, sino grandote y dulce, para que me abracé por las noches cuando tenga frío, y me sienta pequeñita y protegida al lado suyo. ay papaito, ya quiero tener 26, ya no puedo dejar pasar el tiempo (nota dos para mí). ay papaito, aquí se está quemando algo.
se me volvió a acuar la boca. ay papel!
y de fondo cierro mis ojos, tsss, qué tal?
1 comentario:
TSSSSSSSSSSSSSSSS
PAPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII [L]
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