5.22.2010

Yo tengo un amigo que me ama

La gente del otro blog ya llegó a éste.
El mundo se va a acabar ):


En otros temas, mames porque ya casi llega junio. ¿Qué no hace cinco días dije «¡En la madre, ya empezo mayo!»?, pos a ver, ¿cómo chingados? ¿cuándo se me escurrieron tan rápido las cosas? Con lo que me caga la pinche gente ratera.

Ayer, entre que sí y que no, alguien acabó hablando, sin darse cuenta, de ti ―si para eso me gustaban, los cabrones
―; bueno, de lo más cercano a ti que podría haber mencionado, o entiéndase, de mí estando contigo. Claro, él ni se enteró, y yo ni sé porqué estoy escribiendo esto. Ha de ser la abstinencia ―sí, ¿pos cuál?―.

Wey, en serio, ¿cómo ya va a ser junio? Voy a llorar, ¿eh?, porque esas son chingaderas, malas jugadas. Pinches. A mí que me traten con delicadeza, caray―.

Abordando otro punto, necesito más amigos chingocitos. Bueno, no, pero es que siempre le mando las fotos de mis arranques de exhibicionismo a la misma gente, chingá.

Para finalizar, inserte aquí una manera bien pinche interesante de terminar un post
―ignore, por favor, la falta de cohesión entre los escuetos párrafos que encuentra aquí, y sea libre de culpar a Twitter.


No hay comentarios: