9.21.2008

YA NO HAY VIENTO

Y efectivamente, ahora más que nunca, me llega el golpe del viento que ya no está, en la cara, como agua fría que deja, para siempre, mi mente en blanco. Eso, tengo la mente en blanco. Todas las imágenes, todas las palabras, todos los olores, los besos, todas las veces que te amé ahora son sólo un profundo abismo blanco. Todo lo que sucede delante de mí se mueve lento. Estoy tan igual ahora como aquella vez que comprendí que esto que tengo, son simples capas que he decidido encender. Tengo el mismo miedo a que me invada ésta blancura, a que la niebla forme un capullo en torno a mi cuerpo y no quiera salir jamás. Blanco, todo blanco y la mirada perdida, ensordecedora. Dejo de escuchar. Todo es lento, mudo. Ya no hay juncos en el río meciéndose. Ya no hay más.

1 comentario:

caesar dijo...

es bonito texto .
calma.