-¿Estás bien sin mí?
-Probablemente, estoy demasiado bien sin ti -le contesté haciendole una jeta de aquellas que dicen con todo, pero de verdad que sos pesado, eh? Su seguridad me provocó por enésima vez, un asco desmedido, y tuve que contenerme a las ganas de volver el estómago sobre él.
LOS HOMBRES DE MI VIDA ESTÁN BIEN PENDEJOS, Y YA.
ODIO A TODOS AQUELLOS QUE ME HAN LLAMADO
BORRACHOS EN LA MADRUGADA.
MERECÍAN QUE LOS EMPALACE.
...
dos meses
se dicen fácil
ODIO A TODOS AQUELLOS QUE ME HAN LLAMADO
BORRACHOS EN LA MADRUGADA.
MERECÍAN QUE LOS EMPALACE.
...
dos meses
se dicen fácil
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